Un informe elaborado por el Ing. Juan Uccelli advierte que, pese a un mes tradicionalmente complicado, el sector logró colocar toda su producción. Preocupan las importaciones, la pérdida de competitividad externa y la falta de equilibrio en la cadena.
El sector porcino argentino transitó abril con señales mixtas. Según un informe elaborado por el Ing. Juan Uccelli, referente técnico de la actividad, el precio del cerdo en pie se mantuvo estable, al igual que la media res porcina. Sin embargo, los precios al consumidor aumentaron un 3,4%, mientras se incrementaban las importaciones, lo que genera preocupación en los distintos eslabones de la cadena productiva.
“La culpa no es del chancho”, ironiza Uccelli en su análisis, y remarca que el sector porcino viene mostrando eficiencia a pesar de una presión impositiva elevada. Según el especialista, los 15 millones de dólares mensuales destinados a importar carne porcina podrían haberse orientado a mejorar la producción e industrialización local.
Una de las señales positivas fue que todos los cerdos se colocaron en el mercado, sin necesidad de sacrificar precio, algo poco habitual en esta época del año. Además, el costo de producción se mantuvo estable, con márgenes brutos aún interesantes gracias a la relación actual entre precios y valor de los alimentos.
No obstante, Uccelli advierte que el peso promedio de faena sigue siendo bajo, y que existen condiciones de mercado para incrementarlo y mejorar así la rentabilidad.
Entre las alertas, el informe destaca la creciente importación de carne porcina, que no solo afecta la producción nacional sino que también genera distorsiones en la cadena de comercialización. Se denuncia además la ruptura de la cadena de frío, con productos importados descongelándose en heladeras comunes de ciertos supermercados, sin control por parte del Estado.
Una noticia destacada del mes fue la primera exportación de carne porcina a Filipinas, realizada por la empresa La Pompeya, lo que representa un paso significativo en un mercado que requiere constancia y visión de largo plazo.
A nivel internacional, el precio del cerdo en pie bajó un 4,8% en dólares respecto de marzo, pero sigue siendo 36,1% superior al de abril de 2024. Esta alta cotización en moneda dura limita la competitividad frente a países como Brasil o Estados Unidos, cuyos valores subieron en el mismo período.
El informe también analiza la evolución de los precios de las carnes. En lo que va del año, la media res vacuna subió un 30%, la porcina un 9% y el pollo eviscerado un 8%, con variaciones que impactan directamente en el consumo.
La conclusión del análisis es clara: abril, tradicionalmente uno de los meses más difíciles para el sector, cerró de manera positiva, aunque persisten incertidumbres para mayo y junio. Uccelli remarca que la cadena sigue desbalanceada, ya que el incremento de precios al público no se refleja en mejoras para productores e industria.
Mientras tanto, el sector espera definiciones clave, como la aprobación de la ley de recuperación del IVA para inversiones, que podría mejorar el panorama de mediano plazo. Aun así, el freno político por el calendario electoral sigue siendo un obstáculo para la toma de decisiones estratégicas.