Según el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), el mes pasado se faenaron 1.142 millones de cabezas, lo que representó una baja del 2% interanual.
La industria frigorífica argentina inició el año con una leve caída en la faena de hacienda vacuna y una reducción en el consumo interno de carne. El nivel de actividad del sector cárnico se ubicó en el puesto Nº 14 entre los últimos 46 eneros. La faena de hembras cayó más que la de machos, reduciendo su participación en 0,3 puntos porcentuales y ubicándose en el 46,3%, apenas por encima del umbral compatible con el sostenimiento del rodeo vacuno.
Al analizar por categorías, se observa una disminución del 17,4% en la faena de vacas, que alcanzó 169,44 mil cabezas. En contraste, la faena de vaquillonas aumentó un 6,3%, representando el 31,4% del total faenado. Por su parte, la faena de novillitos cayó 2,4% y la de toros se contrajo 19,5%, mientras que la de novillos creció un 9,4% interanual.
Producción y consumo interno en baja
La producción de carne vacuna en enero de 2025 fue de 263,8 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), un 1,5% menos que en el mismo mes de 2024. La merma en la faena fue parcialmente compensada por un aumento del 2,3% en el peso en gancho de los animales, que alcanzó los 231 kilos.
En cuanto al consumo aparente de carne vacuna en Argentina, se estimó en 185,9 mil tn r/c/h, registrando una baja del 2,1% interanual. En términos per cápita, el consumo se ubicó en 47,0 kilos/año, una caída del 3,2% con respecto a enero de 2024. Además, el promedio móvil de los últimos doce meses (febrero 2024 – enero 2025) mostró un consumo de 47,8 kilos/año, el más bajo en las últimas tres décadas.
Según el informe de CICCRA, el menor consumo de carne vacuna refleja el impacto de la situación económica en el poder adquisitivo de los consumidores, sumado a cambios en los hábitos alimentarios y una mayor competencia de otras carnes en el mercado local.