El Indec dio a conocer la valoración de la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT). En noviembre la primera subió 2,6% y la segunda 2,1%.
Para un adulto, los ingresos mínimos que debería contar para no ser indigente en noviembre fue de $10.267, mientras que la línea de pobreza se ubicó en $23.922. En términos anuales, la CBA aumentó 47,1% y la CBT 42,8%.
Cabe señalar que la canasta básica alimentaria (CBA) se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Se seleccionaron
los alimentos y las cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir
de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).
Para determinar la canasta básica total (CBT) se amplía la CBA, considerando los bienes y servicios
no alimentarios. La estimación se obtiene mediante la aplicación del coeficiente de Engel (CdE),
definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la
población de referencia.