Curiosa definición a la que llegaron las entidades, que mantuvieron una reunión con la Mesa de Carnes y demás actores de la cadena en la tarde del martes.
Declaraciones de directivos sin estridencia, pero voces off de record mucho más vehementes, afirmaban que la decisión estaba tomaba: era inevitable un paro de comercialización agropecuaria, que no abarcaría únicamente a la cadena de carne. La amplitud buscaba contundencia y, seguramente, calmar las demandas de productores autoconvocados de todo el país que esperaban una fuerte respuesta a la decisión del Gobierno nacional de prolongar las restricciones a la exportaciones de carne.
La discusión estaba en la fecha. Y la decisión fue, para que no se mezcle reclamo y política, dejar pasar el domingo. Eso fue justamente hasta ese día. Luego del resultado electoral, sorpresivamente las entidades nucleadas en la Mesa de Enlace resolvieron -rodeados de otros actores de la cadena cárnica- cambiar medida de fuerza por «concientización social».
¿Qué dirán los productores autoconvocados? ¿Hasta cuándo durará la campaña de «esclarecimiento»? ¿Y después qué?
Preguntas sin respuestas. Aunque esta historia recién está comenzando.