El gremio que nuclea a los trabajadores de la industria láctea anunció ayer, mediante un comunicado, que iniciaba un plan de lucha contra SanCor. Hoy la cooperativa comunicó que se encuentra «casi sin operaciones».
La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) anunció ayer el inicio de un plan de lucha contra la histórica cooperativa SanCor, indicando que «no solo no cumplen desde hace años con las disposiciones legales, salariales y en lo que respecta a los aportes y contribuciones a su cargo, reteniéndoseles dichos importes y quedándose ellos con los mismos en beneficio propio, ya que utilizan lo que se les retiene para pagarse a sí mismos”.
Hasta ahí el reclamo tiene que ver con aportes no realizados por empresa, que debería fundamentar los motivos si efectivamente así sucedió. Pero luego el comunicado va hacia otro terreno más difuso, acusando a los directivos de no avanzar en un «acuerdo» con empresarios que tenían intenciones de participar en firma a través de un fideicomiso.
En ese sentido, la misiva expresa textualmente que quienes dirigen la cooperativa «han dado sobradas muestras de ser incapaces y necios, y de ser quienes han llevado a una situación de quebranto a la empresa, no obstante la colaboración brindada por los compañeros durante todos estos años. Por el contrario, la empeoraron y obstaculizaron permanentemente la creación del fideicomiso que era la única alternativa posible para empezar a salir adelante».
No deja de llamar la atención la inclusión de ese párrafo en donde el reclamo sindical se inmiscuye claramente en una disputa de intereses empresariales.
Frente a la situación planteada, SanCor difundió su postura en dónde ni hace mención a la falta de pago de aportes y contribuciones, hecho que presuntamente da lugar al plan de lucha. Por el contrario, se concentra específicamente en la extraña demanda del gremio por la falta de concreción del fideicomiso.
En ese sentido, la cooperativa explicó todo el proceso, aseverando que «fue dando todos los pasos que se le solicitaron» pero que no se cumplió lo previsto en una carta de intención rubricada hace más de dos años. Asimismo, sostienen que «del aludido grupo empresario no se conoce con precisión quiénes lo integran, no existió diálogo directo con ningún potencial inversor ni hubo otra relación como no sea con quienes cumplen un rol de intermediarios técnicos. En todo este tiempo, Atilra tuvo conocimiento profundo de cada una de las alternativas que se fueron suscitando y planteando».
Como para que no queden dudas, SanCor relaciona exclusivamente la disputa gremial a la situación generada en torno al fideicomiso, expresando que «frente a los incumplimientos manifiestos de la contraparte, y ante la certeza de la imposibilidad de continuar el proceso (que bloquea otras potenciales iniciativas posibles para SanCor), el sindicato emitió un comunicado en el que se realizan algunas aseveraciones y amenazas que condicionan la posibilidad de diálogo y de superación de dificultades, a la vez que paraliza la operatoria».
La acción gremial genera varios interrogantes pero, más allá de la falta de respuestas, la realidad indica que por el momento SanCor continúa sin desarrollar actividades.