Maquinaria agrícola: desafíos y oportunidades en un mercado que busca reactivarse

El sector enfrenta una baja en los patentamientos y un atraso tecnológico que afecta la competitividad. Si bien algunas medidas económicas han sido positivas, persisten obstáculos que limitan la inversión y la modernización del parque de maquinarias.

El sector de maquinaria agrícola en Argentina atraviesa un escenario desafiante, con un mercado de ventas retraído y un parque tecnológico que envejece sin posibilidad de renovación al ritmo necesario. Según datos de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), en 2024 se patentaron 616 cosechadoras, 5.244 tractores y 655 pulverizadoras. Aunque estas cifras muestran una leve mejora respecto a 2023 en algunos rubros, continúan lejos de los volúmenes necesarios para la renovación tecnológica del sector.

El atraso en la modernización es preocupante: aproximadamente el 70-80% de los tractores en uso tienen más de 15 años, mientras que un porcentaje similar de las cosechadoras supera la década de antigüedad. Esta situación impacta de manera directa en la eficiencia del agro, un sector clave para la economía argentina que aporta entre el 60 y 70% de las divisas del país.

Entre los principales factores que afectan la renovación de maquinaria, AFAT destaca la inestabilidad económica, la elevada presión impositiva y el encarecimiento de la importación de insumos clave. La carga tributaria es significativa: la producción local, en puerta de fábrica y sin IVA, soporta una presión impositiva del 32%, de los cuales un tercio corresponde a impuestos distorsivos. Además, los fabricantes de maquinaria deben afrontar un 47% de carga tributaria sobre los insumos importados, sumando IVA, percepciones y otros tributos.

Si bien en el último año se tomaron medidas que mejoraron la situación, como la eliminación del Impuesto PAIS y la reducción de retenciones, persisten desafíos estructurales. AFAT señala como puntos críticos la continuidad de impuestos distorsivos, los altos costos laborales, la logística deficiente y la falta de acceso a financiamiento con tasas competitivas.

A pesar de estos desafíos, el sector mantiene expectativas moderadas para 2025. Si las condiciones económicas se estabilizan y el financiamiento acompaña, el mercado podría crecer hasta un 10% en cosechadoras y pulverizadoras respecto a 2024, y alcanzar niveles similares a los de 2023 en tractores. La reducción de retenciones podría impulsar una leve mejora en las inversiones.

Como dato, las empresas socias de AFAT cuentan con 12 plantas industriales, más de 500 puntos de venta en el país, representando el 82% de los patentamientos de tractores y el 97% de las cosechadoras en el mercado local.