La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, incrementó la estimación de la cosecha de soja en 300.000 toneladas para ubicarla ahora en 50,3 millones de toneladas. Ademas continua la cosecha de maíz y la siembra de trigo.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), incrementó la estimación de la cosecha argentina de soja en 300.000 toneladas para ubicarla ahora en 50,3 millones de toneladas. Esto se da después de lluvias ocurridas durante el período crítico de la soja, que resultaron favorables para los planteos, permitiendo rindes superiores a los inicialmente estimados, especialmente en ambos núcleos, el oeste de Buenos Aires y el Centro-Este de Entre Ríos.
De esta manera, la cosecha de soja ya cubre el 93% de la superficie nacional con un rendimiento medio que se ubica por ahora en 30,1 qq/ha. A su vez, la soja de primera alcanza un avance del 96%, con un rinde promedio de 31,7 qq/Ha, restando principalmente áreas del NEA y el Centro de Buenos Aires. Por su parte, la soja de segunda registra un 85,5% de avance, con demoras puntuales en zonas como Carlos Casares y Saladillo, aunque el resto de la región ha logrado recuperar ritmo.
Por su parte, la cosecha de maíz con destino grano comercial alcanzó un 46% del área estimada a nivel nacional con un rendimiento promedio que se ubica en 78,6 qq/ha. “Comenzaron las primeras tareas de recolección en el NEA, donde se confirman los bajos rendimientos esperados, con un promedio en torno a los 45 qq/ha”, apunta la entidad.
En la región centro-oeste, la cosecha avanza lentamente sobre planteos tardíos en la provincia de Córdoba, arrojando un rinde medio de 81,6 qq/ha. En el centro y norte de Buenos Aires las labores permanecen prácticamente detenidas debido al exceso de humedad en el perfil del suelo. Bajo ese escenario, se mantiene la proyección de producción nacional en 49,0 millones de toneladas.
Con respecto al trigo, actualmente tiene un avance de siembra del 38,5% del total del área, “en las últimas semanas, se ha relevado un incremento sostenido en la intención de siembra de trigo en las regiones del norte y oeste del área agrícola, como consecuencia de un perfil hídrico reabastecido y perspectivas climáticas que anticipan buenos aportes de humedad durante el período invernal”, indicaron.
Sin embargo, advierte por otro lado que “las características topográficas y edáficas del centro y norte bonaerense, junto con condiciones de elevada humedad ambiente y bajas temperaturas que dificultan el secado del suelo, obstaculizan el avance de las sembradoras”.
El resultado es que esta situación interrumpe las siembras de ciclos largos e impide cumplir con el planteo inicial en esos sectores, reflejando demoras en el progreso de las labores. No obstante, “en los núcleos trigueros del sur del área agrícola, la siembra progresa a buen ritmo aprovechando las buenas condiciones climáticas”, completa.