Luego de varios años de sortear problemas y ante la caída de un fideicomiso que se suponía podía rescatar a la firma, SanCor presentó la instancia judicial para intentar resolver sus deudas.
Mediante un comunicado de prensa, la cooperativa SanCor (que supo ser la empresa láctea más grande de Argentina) se presentó en concurso preventivo de acreedores, ante la imposibilidad de avanzar en una restructuración que posibilite una salida a la compleja situación que viene manteniendo desde hace muchos años atrás.
El texto elaborado por la empresa historiza el camino recorrido, señalando que «tras atravesar una profunda crisis en 2017, la cooperativa inició un proceso de reestructuración que fue cumpliendo distintas etapas. Este plan incluyó una instancia extrajudicial, así como la venta y cierre de varias dependencias productivas, comerciales y administrativas. Estas medidas permitieron una paulatina estabilización de la situación que transitaba la cooperativa».
Asimismo, añade que «con el paso del tiempo, SanCor evaluó diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que impulsara su recuperación. Sin embargo, luego de dos años, esa iniciativa no prosperó, lo que marcó un punto crítico en el camino de la cooperativa».
La firma también atravesó una fuerte disputa con ATILRA, que comenzó en 2023 y se extendió durante varios meses, incluyendo un bloque que afectó seriamente a su producción. Más allá de la situación, desde SanCor indicaron que continuaron negociando con posibles interesados en ingresar al negocio, pero «antes de avanzar con cualquier iniciativa concreta, la cooperativa debe resolver los problemas derivados de sus deudas y otras circunstancias que podrían frustrar futuras negociaciones».
Por ese motivo, el comunicado afirma que la empresa definió dar ese paso judicial, confiando en que «las partes involucradas llegarán a un entendimiento. Esto permitirá concretar, con el apoyo de herramientas técnicas y financieras adecuadas, una solución definitiva que garantice la consolidación de SanCor».
El tiempo dirá si todavía hay posibilidades de que esa industria, que en su momento fue un símbolo de la lechería argentina, vuelva a tener una presencia significativa en el mercado, o pase a engrosar la larga lista de experiencias fallidas.
