El 2° Congreso Nacional de Semillas pondrá en valor la información necesaria para que el productor tome las mejores decisiones

El evento se llevará a cabo el próximo jueves 28 y viernes 29 del corriente en Córdoba. Julián García, miembro de organización, se refiere a los análisis necesarios para la adecuada toma de decisiones.

Los desafíos y oportunidades productivas estarán presentes en el 2° Congreso Argentino de Semillas, que se concretará en pocos días en el salón auditorio de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba. A priori, el título del evento organizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP) parece restringido a cuestiones vinculadas únicamente a las semillas; pero en realidad la temática se expande hasta abarcar distintas etapas de variadas cadenas productivas.

«La semilla es el principio y el fin del proceso; y no solo hablamos de granos sino también de ganadería, porque ahí están las pasturas. El congreso sirve para entender como estamos parados a nivel nacional y mundial en investigación, innovación; en qué podemos mejorar y qué servicios podemos brindar hacia afuera. Por ejemplo, el mapa de semillas de ALAP no se ve en todos lados, y sirve para tener un termómetro del año», sostuvo Julián García, extitular de la entidad y miembro de la comisión organizadora del encuentro.

Y justamente ese tema que menciona el profesional tiene plena vigencia por estos días, ya que está presente en los diálogos entre productores y técnicos la calidad de la semilla de soja en la actual campaña.

«Lo que genera la calidad de la semilla es el ambiente. Cuando ocurre algún problema en una zona, queda focalizado allí. Pero cuando se expande a toda el área productiva la calidad en general es mala. Y desde ahí empezamos a advertir para que se mejore, se hagan otros análisis y pruebas», indicó el profesional. Agregó además que «la calidad al principio de la cosecha puede ser una; pero la semilla es un ser vivo que respira y al momento de la siembra puede haber cambiado. Entonces desde ahí es que estamos al servicio de los productores para que se tomen buenas decisiones».

Sobre los análisis más utilizados para medir la calidad de soja, García señaló que si bien muchas veces se prioriza el poder germinativo, «hay que decir que ningún análisis es el mejor. Por más que el poder germinativo esté bueno, es una foto del momento; se complementa con otros. Si la calidad es buena, con pocos análisis no vamos a tener problemas. Ahora si la calidad tiene algunos sesgos, necesitamos valernos de otros análisis para mejorar la información, para entender lo que puede llegar a pasar con esa semilla de acá a 3 o 4 meses».

Para graficar lo dicho, expresó que «si estuviéramos pensando en fechas tempranas desde el centro – sur de Córdoba hacia el sur productivo, sería importante un test de frío para maíz, soja o maní, porque cuando se decide sembrar temprano las temperaturas son más bajas; si nos vamos al norte del país, un test de envejecimiento acelerado nos sirve para saber como esa semilla se va a comportar a medida que pase el tiempo, ya que tenemos más condiciones de alta temperatura».

Y eso es también válido para otros indicadores, por lo tanto García sostiene que es importante el vínculo que genere el productor con los laboratorios para poder asesorarlos sobre el menú de opciones ante las distintas necesidades. «Por ejemplo, es importante ver la carga fúngica, para saber qué patógenos tienen las semillas; podemos elegir cuatro muestras de la misma variedad o el mismo híbrido, para llevar al campo el que menos carga fúngica tenga, o para seleccionar el terápico de semillas a utilizar. Por eso hablo de la complementariedad de los análisis».

Todos esos temas, vinculados a los mapas de calidad y la información necesaria para la toma decisiones productivas, se analizarán en profundidad jueves 28 y viernes 29 en Córdoba, cuando se concrete el 2° Congreso Nacional de Semillas.